Mortaja es una obra de teatro trágica que explora el duelo, el ritual y la memoria. Ambientada en un espacio sobrio del El Pasillo Verde, la puesta en escena emplea elementos simbólicos y objetos mínimos para revelar la fragilidad humana ante la pérdida. A través de un lenguaje intenso y poético, la obra cuestiona cómo los cuerpos y las historias quedan envueltos en un luto que persiste más allá de las palabras, invitando al espectador a enfrentarse a la presencia silenciosa de la muerte y a la memoria que no se apaga.