Vaciada es una obra de teatro basada en Yerma de Federico García Lorca, que propone una mirada contemporánea sobre el vacío. En un espacio suspendido entre lo real, lo simbólico y lo ancestral, tres mujeres entretejen una dramaturgia del cuerpo, el deseo y la ausencia. Yerma, aún latiendo en su tragedia, resuena en una mujer contemporánea que también ha sido vaciada de expectativas y de poder sobre su propio cuerpo. Junto a ella, la Vieja, figura sabia y espectral, arrastra la memoria de lo que fue y de lo que siempre se repite: el mandato, la culpa, el deber ser. Y entre ambas, la Actriz, que muta y encarna distintas voces como si hablara por todas las mujeres posibles. Es una desposesión poética y física del vacío que deja lo no dicho, lo no elegido y lo no parido, una puesta en escena que alterna texto y creación contemporánea, entre la palabra lorquiana y la pulsión corporal de lo que ya no cabe dentro. En escena, lo femenino se despliega sin máscaras ni concesiones: no hay una sola Yerma, no hay una sola mujer, sino un mismo vacío.