Un grito, un lugar es una obra que investiga formalmente sobre el lenguaje del gesto, el ritmo y la estructura coreográfica para expresar rabia, frustración y desesperanza ante un mundo difuso. La obra busca crear un abecedario de gestos que permitan lanzar un grito simbólico para construir un espacio de apertura y presencia, como una grieta que invita a seguir estando y abriendo caminos. Es una pieza que combina movimiento, sonido y luz para transmitir intensidad emocional y conceptual.